Las dos veces en el año que los presos se escaparon de las comisarías

En las primeras horas de este sábado la fuga de dos presos hizo que la Policía provincial desplegara un intenso operativo en los barrios de Villa Mercedes. En mayo ya había sucedido lo mismo.

Federico Garay y Juan Miguel Pelayes se escaparon, entre las 6 y las 7, de las celdas que ocupaban en la Comisaría 12°, en el barrio Pablo Díaz. Horas antes habían sido detenidos por diferentes hechos.

Hasta la tarde de este domingo no había información oficial que explicara lo que pasó, pero trascendió que los calabozos no estaban con llave y eso facilitó que los acusados evadieran la seguridad antes de ser llevados a la Justicia para la formulación de cargos.

Tampoco se dieron a conocer qué medidas dispuso la Jefatura Central para investigar y esclarecer por qué fallaron los controles en el edificio policial.

Garay y Pelayes llegaron a la dependencia por haber cometido los mismos delitos, pero en momentos diferentes. El primero por asaltar al conductor de un remise, y el segundo por intentar robarle a una pareja que caminaba por calle Belgrano. Este último fue detenido por los vecinos, y luego se comprobó que había usado un revólver de juguete para amenazar a las víctimas.

Poco después de conocerse que habían escapado, el fiscal José Olguín ordenó la detención y se iniciaron los procedimientos para encontrarlos.

En la tarde del sábado finalmente fueron recapturados. Pelayes en la entrada del barrio Eva Perón II, en las calles Pereyra y Landaburu, y Garay en inmediaciones de ese mismo lugar. Pero no se dieron a la luz mayores detalles.

Esta no es la primera vez en el año que una comisaría de la ciudad es noticia por lo mismo. El 20 de mayo Luis Emanuel Sosa se fugó de la Comisaría 11º, que está ubicada en el barrio Ciudad Jardín. Según la información, se escapó “con las esposas puestas” cuando le estaban “notificando las medidas judiciales”.

Había sido detenido durante un allanamiento porque estaba involucrado en el robo a una iglesia Cristiana.

Por al menos dos días lo estuvieron buscando. Esa vez la Policía informó que había dispuesto el inicio de actuaciones administrativas a todo el personal policial que tenía al preso bajo custodia.

Cuando los habitantes del vecindario supieron la noticia realizaron una protesta en la puerta de la comisaría y quemaron cubiertas. Expusieron la inseguridad que viven por los constantes robos contra la propiedad.